Si tu hijo o alumno ha sido diagnosticado recientemente con TDAH o tienes sospechas de que pueda estar padeciendo sus síntomas, te explico los últimos avances sobre su causa y tratamiento.
Origen
El trastorno de déficit de Atención con o sin hiperactividad, más conocido como TDAH, tiene un origen predominantemente genético, formando parte de los trastornos del Neurodesarrollo Infantil,
Afecta a 1 de cada 20 niños y su evolución es diferente según la etapa del ciclo vital (Normalmente los síntomas hiperactivos predominan en la niñez y los de inatención en la etapa adulta).
Conocer las bases neurológicas que subyacen a la sintomatología TDAH, es fundamental para poder intervenir y garantizar una evolución favorable.

Áreas cerebrales implicadas en el TDAH
Los últimos estudios realizados con técnicas de Neuroimagen han investigado las causas del desfase madurativo que presentan los niños diagnosticados con TDAH.
Los últimos resultados asocian la sintomatología TDAH con un déficit de varios neurotransmisores (dopamina y noradrenalina) encargados de transmitir información entre dos áreas cerebrales (corteza prefrontal y ganglios basales) responsables de la atención, planificación y regulación emocional.

Por el momento, no se disponen de técnicas de neuroimagen para diagnosticar el TDAH. Su diagnóstico se basa en la sintomatología y debe ser realizado por un especialista que valore el alcance de los déficits en diferentes contextos.
Si observas algunos de estas señales de alerta en tu hijo o alumno, no dudes en consultar con un especialista:
Señales de alerta TDAH
- Se distrae con facilidad.
- Dificultades para iniciar o mantener atención en una tarea.
- Interrumpe constantemente las conversaciones, le cuesta mantenerse sentado o no atiende en clase.
- Olvida las cosas con facilidad o tiene dificultades para seguir rutinas diarias (necesita qué le estén recordando lo que tiene que hacer continuamente).
- Se frustra con facilidad o tiene dificultades para controlar emociones negativas.
- Suele verse involucrado en disputas o peleas, se accidenta con facilidad.
- Le cuesta realizar tareas escolares . En ocasiones, las evita.
- Presenta alguna dificultad de aprendizaje (Ej; ritmo lento de aprendizaje lecto-escritor o discalculia).
Pronóstico: ¿Qué sabemos?
Si atendemos a cada síntoma que presenta el niño y actúamos todos los agentes encargados de su educación, el TDAH evoluciona favorablemente.
Si no se actúa a edad temprana, el TDAH puede dar lugar a otros trastornos graves como son: depresión, ansiedad, trastornos de la personalidad, abuso de sustancias o trastornos de control de impulsos.
Mi hijo o alumno ha sido diagnosticado con TDAH o presenta sintomatología TDAH, ¿Cómo actuar?
- Comprender las bases del trastorno y diseñar un plan de actuación “Escuela y Familia” que aborde los principales déficits de la sintomatología TDAH (atencionales, emocionales y de aprendizaje).
- Hacerle sentir al niño comprendido (ya que en ocasiones, suelen caer en la etiqueta de niños desobedientes, niños vagos ,niños torpes o niños traviesos).
- Hacerle sentir al niño que creemos en él y apoyarle en todo cuanto necesite.
- Cuidar su autoestima . La autoestima de un niño TDAH es especialmente vulnerable. Pueden llegar a pensar que todo lo hacen mal. Vamos a decirle también lo que hacen bien y a prestar atención a las correcciones. Ej: Probad a cambiar mensajes tipo “ Escribes muy mal” a “presta atención a hacer la letra con cuidado de que se pueda leer”.
- Reforzar su conducta cuando ésta sea positiva. Ej: “Me encanta verte tan entusiasmado con esta tarea”. Normalmente, para los niños TDAH es más fácil llamar la atención del adulto con comportamientos inadecuados que con adecuados. En lugar de castigarle, le guiaremos para reconducirlo hacia el comportamiento esperado.
- Usar tantos métodos como sean necesarios para mejorar su organización (alarmas, horarios, relojes, recordatorios o secuencias de autoinstrucciones con imágenes para realizar tareas en orden…)
- Ver más allá de cada conducta. Los niños TDAH se esfuerzan pero tienen un historial de errores muy grande debido a las dificultades de atención y se frustran con facilidad. Una regañina o hacer evidente en público su error puede dar lugar a futuras conductas de evitación. Estableced un buen canal de comunicación y buscad soluciones conjuntas para cada una de las dificultades.
“Lo más importante nunca se ve…” (Antoine de Saint-Exupéry. El Principito)