Estamos en plena temporada Navideña.
Ha acabado el colegio. Finaliza una etapa de obligaciones digna ya de por sí de celebración, independientemente del resultado obtenido. En este sentido invito a la reflexión, a enseñar a nuestros hijos cómo podrían haberlo hecho mejor en el caso de que las notas no hayan sido como esperásemos. Sin castigos. Ellos peor o mejor han cumplido, y nosotros también.
Ahora toca descansar, cargar pilas y esperar la llegada de un nuevo año. Entre tanto, comenzamos a pensar en los regalos de Reyes. ¿Qué vamos a pedir? ¿Qué vamos a pedirles? Y nos apresuramos …..¡ no se vayan a agotar!
Sin stock
No sé si os habrá pasado. Si sois de esos papis precavidos o os pasa como a mí, que espera hasta el último día para hacer las temidas compras de Navidad pero ¡sí¡ tengo que decir que este año me he quedado sin jersey Navideño… ¡Y sin pijama Navideño para toda la familia¡ Todo, absolutamente todo en tienda física y online, agotado, sin stock, sin disponibilidad. (Agradezco enormemente el mensaje “Le avisaremos cuando el producto vuelva a estar disponible”, pero entonces, ya no lo necesitaré).
Principio de Escasez
¿Acaso los grandes almacenes no prevén tantas ventas o juegan con la falta de disponibilidad para aumentar los deseos de compra de nosotros los consumidores? Es decir, hacer que queramos comprar más y más por el miedo a quedarnos sin nada.
Y es aquí donde invito a reflexionar sobre el concepto de la Navidad.
¿Qué es la Navidad para ti? ¿Qué es la Navidad para tu familia?
Es un trabajo de todos aprovechar esta época del año para educar en valores como la generosidad, el amor y la gratitud.
Porque el mejor de los regalos sin duda, es compartir nuestro tiempo.
Tus hijos piden regalos a los Reyes Magos, pero ¿Qué te piden a ti por Navidad?
Aprovecha para estar en casa, para llevarlos a sitios donde hacía mil querías ir con ellos, para hacer galletas, para jugar, para por qué no dormir una siesta de 3 horas con ellos, para ir a visitar a aquel familiar que tanto hace no veis, para compartir con los amigos..
Porque los mejores regalos que podemos hacer a nuestros hijos, están al alcance de todos.