Cuántas veces hemos observado la escena en que uno de los padres se sienta junto al sofá y repite la famosa frase: “Hijos, no os peleéis…”. Por un segundo la trifulca para, pero acto seguido la retoman aún con más fuerza. Entonces el padre o la madre repite con un tono menos conciliador  “Como no paréis de pelearos…”.

Aquí tienes algunos consejos que  seguro te ayudarán:

Porque a veces pensamos que mientras más juguetes mejor, pero no siempre es así  ya que mientras más juguetes haya en la habitación, más distracciones, más desorden, más juguetes luego por recoger… y más lucha por ser el que tenga más.

Porque jugar al aire libre tiene numerosos beneficios:

-Favorece  el desarrollo de la creatividad.

-Estimula el sistema inmune y favorece el estado físico en general ya que implica actividad  física.

-Favorece el desarrollo de relaciones sociales y fomenta su autonomía.

Los juegos cooperativos rompen con la necesidad de competir y favorecen la empatía, la confianza y la colaboración entre los niños mejorando positivamente la relación entre ellos.

Enseñar a compartir no es fácil pero debemos ser nosotros los primeros en dar ejemplo. Antes de los 3 años la tarea de compartir es casi misión imposible. Depende de muchos factores como la madurez y el temperamento del niño, pero también de lo que nosotros le enseñemos.

Comparte con tus hijos y haz que ellos compartan felicitándolos por ello. Nosotros somos el mejor ejemplo.

Además, inventa juegos para compartir. Ej: Guarda en un saco todos los juguetes y haz que tus hijos vayan eligiendo uno a uno un juguete por turnos. Establece turnos de juego con el juguete y enséñales a pedir un cambio de juguete de manera respetuosa.

 Habrá ciertas cosas que no quiera compartir con nadie como son su juguete nuevo o su muñeco con el que vaya a dormir. Nosotros los adultos también tenemos cosas que no nos gusta prestar ¿O a caso tu lo compartirías absolutamente todo?

Ponle nombre a su emoción de enfado y explícale que entiendes que esté enfadado pero que no puede dejar que su enfado le haga daño a nadie.

Enséñale a recuperar sus objetos de manera asertiva, acercándose al otro y demandándole el objeto correctamente. A veces será necesario esperar un tiempo para que el enfado se pase.

Podemos emplear como castigo  la técnica del  Tiempo fuera con  el niño que ha iniciado la disputa o con ambos durante un tiempo determinado (se aconseja castigarlos sin jugar 1 minuto por cada año del niño), pero luego debemos de animarles a retomar el juego de manera pacífica y darle pautas para que no vuelvan a pelearse. Le explicaremos cómo queremos que jueguen y las consecuencias de iniciar una disputa. Si ésta vuelve a darse, debemos de mantener la calma y ser firmes con las consecuencias antes establecidas.

Quizás, puede ser buen momento para cambiar de actividad.

Girl kissing boy

“ Porque los niños y niñas no juegan para aprender pero aprenden porque juegan”

Jean Piaget-

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